dimarts, 4 de desembre del 2012

Nacho Vegas estaba muy mal



El año pasado Nando Cruz publicó Una semana en el motor de un autobús la historia de la grabación del tercer disco de Los Planetas. Aunque no tuvo casi repercusión mediática, el impacto que provocó causó algo parecido a un sonoro silencio. Me refiero a que bastante gente lo compró (lleva cinco ediciones), lo leyó (de eso nunca puedes estar del todo seguro), pero pocos quisieron hablar del asunto. Y resulta entendible. Seguramente es debido a dos razones: por un lado se carga a toda una generación y por otro, avisa seriamente a la generación posterior (supongo que la anterior todavía está jugando a golf). El libro está muy bien construido, es ameno, divertido (con momentos realmente memorables) y para nada destinado a frikis de la música indie, pero te deja una sensación incómoda. Consigue derribar prejuicios morales (J dijo en una entrevista: "Nosotros teníamos claro que queríamos vivir de la música y por eso sobresalimos en la escena independiente de los 90"), te descoloca y al final lo que menos te apetece es discutir el asunto con nadie. Podéis leer (aquí) el primer capítulo.

Ahora -por fin- acaba de salir Cajas de música difíciles de parar sobre el disco de Nacho Vegas y reconozco que no me fío del autor del libro. No me interesaba lo más mínimo cuando escribía en Público. Espero que no tenga absurdas ínfulas de autor "en ciernes" cada pocos párrafos y que haya aprendido de Nando Cruz cómo se hacen bien las cosas. En principio el libro lo tenía que haber escrito Darío Manrique pero no tengo ni idea de qué pasó por el camino (ahí seguro que hay una bonita historia). Ahora sólo deseo que el libro no se desmorone en la página treinta. Hay que tener esperanza. Ya os contaré.


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