Historia de Mierda

Los miembros de este blog somos incondicionales de Michi Panero. Todos hemos visto muchas veces El desencanto y aunque no nos cuesta reconocer que Leopoldo María Panero es el más inteligente de los tres hermanos, nuestro preferido es Michi. Ayer volví a ver la película y recordé la frase que leí hace unos días de Richard Burgin, que realizó una entrevista a Borges de seis horas y media, y comentaba siempre que en cada minuto dijo algo interesante y bien dicho. Lo que tienen muy pocas personas, suben el nivel intelectual y de ahí no bajan. Michi Panero lo logra durante la película, pero a diferencia de Borges no utiliza la ironía para analizar la realidad sino que emplea la verdad para desenmascarar el patetismo de su familia.
El desencanto fue un éxito en los años 70 (no es extraño que algunos la consideren una de las tres mejores películas del cine español de todos los tiempos) y Michi (y también su madre, pero ese es otro tema) se convirtió en algo parecido a una celebridad. En ese momento todo el mundo le reía las gracias y era "simpático y gracioso" hasta que empezó a fijarse en lo que poco a poco se iban convirtiendo todos los miembro de su generación, a los que llamaba "la izquierda hortera y siniestra de Madrid" y se lo hicieron pagar.

Soledad Puértolas (aquí) y Vila-Matas (aquí) fueron sus amigos hasta el final y por supuesto, nunca han escrito una mala palabra. Por lo visto, algunos otros no aguantan tan bien que no haya caído exactamente en el olvido y siete años después de su muerte todavía no sea "enteramente desconocido". El domingo pasado, en un artículo lamentable, Javier Marías tiró la piedra (y escondió la mano).

El artículo: (aquí). Para los no iniciados, M es Michi.


Reconozco que llevaba algún tiempo esperando el ataque sibilino del señor Javier Marías sobre Michi. El asunto empezó un poco antes, en un artículo del año pasado (aquí) catalogaba a Michi Panero como mitificado. Era cuestión de tiempo que Marías saliera otra vez a tirar mierda.
En una entrevista reciente reconocía que para el artículo del domingo "a veces te sientas ante la máquina cuando ya toca y te preguntas de qué diablos vas a hablar. Alguna vez me he sentado ante la máquina porque había que entregar al cabo de unas horas y me he puesto a mirar a mi alrededor, por si en mi habitación encuentro algún tema" seguramente en esta ocasión no encontró nada por la habitación y recurrió  a rencillas pendientes de las pocas que todavía no ha hablado. A esto hay que añadirle que con las prisas acertó a comparar a Michi con Mariano Rajoy y de paso hacer un algún paralelismo con los españoles.
En sus artículos acostumbra a utilizar la coletilla "de barra de bar" para indicar el poco nivel ciertas actitudes o personas; la misma que emplea él para ponernos al día de lo "idiota" que era Michi y todos los favores que le hizo. Siempre hay gente que más que hacer favores lo que busca es presumir delante de los demás de ser bondadoso y disfrutar durante un rato de las alabanzas del beneficiado (a poder ser con conocidos suyos de testigos). Michi padeció innumerables enfermedades (alcoholismo, una trombosis que casi le deja paralítico...) que lo llevaron a tener una vida durísima (algunos aseguran que algunos días se vio en la obligación de vender pañuelos por los semáforos) incluido sus últimos días en la vieja casa familiar casi derruida. En estos asuntos Marías no entra y prefiere zanjar el tema llamándole "calamitoso". Michi siempre decía que "en la vida se puede ser de todo menos un coñazo" y estoy seguro que en el éxito de muchos de sus antiguos compañeros de farra veía una insolencia de la que se podría esperar cualquier tipo de bajeza, incluida la inesperada comparación con Rajoy.
Ya lo dijo el gran Francisco Ferrer Lerín: "Marías es un poco simple pese a todo -aunque un gran escritor-". Y también, un coñazo.

De izquierda a derecha: Javier Marías, señor X, Vicente Molina Foix y Michi Panero (en una boda).

Eran otros tiempos.

Algunas frases de Michi:

"Vicente es un homosexual declarado porque es muy mal escritor. Si Vicente hubiera sido un escritor cojonudo no sería un homosexual declarado. Como escritor es nefasto. Vicente era una especie de brazo articulado que había en mi casa". 

"Que coño puede ser bonito la universidad o los primero amores dificultosísimos. Que bonito hay en sufrir muchísimo, lo que pasa es que después te lo inventas". 

"Lo más feo que ha pasado por una colcha".