dimarts, 21 de febrer del 2012

Las lesiones más absurdas en el mundo del fútbol

El desafortunado incidente de Ever Banega en una gasolinera mantendrá al jugador del Valencia varios meses alejado de los terreno de juego. Pero la curiosa lesión del centrocampista argentino no es algo inédito en el mundo del fútbol. Accidentes domésticos, celebraciones arriesgadas y otro sinfin de situaciones inesperadas han truncado o interrumpido de manera considerable la carrera de muchos jugadores.
La increíble situación vivida por Banega es la última de una larga lista en la que aparecen nombres ilustres como Carlos Tevez, Lisandro López, Rio Ferdinand, Santiago Cañizares o Carlos Busquets, entre muchos otros. He aquí algunas de las más sorprendentes.
- Alessandro Nesta (rotura del tendón de la muñeca): Un mes de baja. El central del Milan pagó muy cara su afición a la PlayStation. El defensa italiano pasaba tantas horas jugando a la consola en su tiempo libre que acabó lastimándose su muñeca.
- Rio Ferdinand (estiramiento en el tendón de la corva): Un partido de baja. El capitán del Manchester United reposaba tranquilamente en el sofá de su casa cuando el teléfono comenzó a sonar. El defensa inglés se estiró para coger el auricular y ese movimiento forzado le costó una pequeña lesión en la rodilla.
- Santiago Cañizares (corte en el tendón del pie derecho): Se perdió el Mundial. El meta español perdió el tren de su última gran cita internacional por intentar frenar la caída de un bote de colonia con su pie. La preocupación por el mantenimiento de sus productos de aseo personal le costó perderse un Mundial en el que se presumía como titular indiscutible de la selección.
- Carlos Tevez (esguince de tobillo): Un partido de baja. El 'Apache' sufrió un inoportuno resbalón en la ducha de su casa que le dañó el tobillo. El delantero argentino tuvo que retrasar su debut con el Manchester City una jornada.
- Carlos Busquets (quemaduras de segundo grado): Varias semanas de baja. El padre de Sergio Busquets sufrió uno de los accidentes más aparatosos que se recuerdan. El meta del Barcelona se quemó con la plancha de su casa al intentar evitar que ésta cayera sobre su hijo.
- Carlos Cudicini (lesión de rodilla): Varios meses de baja. El que fuera portero de la Lazio o el Chelsea tuvo que pasar por el quirófano por culpa de su perro. En una de las ocasiones que lo sacó a pasear, tiró con tal fuerza de la correa que arrastró a su dueño por el suelo y le provocó una seria lesión en su rodilla.
- Richard Wright: El que fuera portero del Everton se perdió un partido ante el Chelsea en el último momento. Al salir a calentar, tropezó con el cartel "No pisar el césped" y se lesionó en la caída.
- David Butty (tendón de aquiles): Varios meses de baja. El mítico jugador de Blackburn Rovers o Newcastle en los años 90 estaba en el porche de su casa jugando con su hijo cuando éste le atropelló con su triciclo. El resultado no pudo ser peor: el futbolista se rompió el tendón de aquiles y estuvo varios meses sin poder jugar.
- Michael Rensing (espalda): El portero alemán sufrió un tirón en la espalda al agacharse para atarse las botas. Fue baja en un importante partido en competición europea.
- Roy Carroll (lesión de rodilla): El portero irlandés, durante su etapa en el West Ham, se lesionó la rodilla al enredarse con las redes de su portería cuando fue a recoger el balón tras encajar un gol.
- Martín Palermo (tibia y peroné): El delantero argentino, en su etapa en el Villarreal, se fue a celebrar un gol con los aficionados amarillos. Tuvo la mala fortuna de sufrir la caída de una de las vallas que cedió sobre su pierna. Estuvo varios meses sin jugar.
- Sergio García (lesión de rodilla): El delantero del Espanyol, en su etapa como jugador del Betis, cayó lesionado tras celebrar un gol. El futbolista se tiró de rodillas sobre el césped pero, en lugar de deslizarse, se quedó seco sobre el terreno de juego. Estuvo un mes alejado de los terrenos de juego.
- Paulo Diogo (dedo de la mano): El futbolista por aquel entonces del Servette, se fue a celebrar un importante gol con sus aficionados. Se subió a las vallas y, en el momento de bajar, su anillo de casado se enganchó en las mismas vallas y le acabó costando un dedo.

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